MÉXICO SE SUMA A LA MEMORIA DEL MUNDO DE LA UNESCO

 MÉXICO SE SUMA A LA MEMORIA DEL MUNDO DE LA UNESCO

Suma nuevo registro

La serie de fotografía aérea de Fundación ICA de México se suma al registro Memoria del Mundo del patrimonio documental de la humanidad por la UNESCO.

La Serie de Fotografía Aérea de la Fundación Ingenieros Civiles Asociados (ICA), presentada por el Estado Mexicano, fue una de las 74 colecciones que la UNESCO incorporó a la Memoria del Mundo, su registro del patrimonio documental de valor universal excepcional, durante la 221ª sesión de su Consejo Ejecutivo, reunido en la sede de París, Francia.

Con las 74 colecciones, el número total de colecciones inscritas a nivel internacional en la Memoria del Mundo asciende ahora a 570. Los nuevos registros proceden de 72 países, entre ellos México, y tratan sobre el patrimonio documental científico, la contribución de las mujeres a la historia, la memoria de la esclavitud e hitos clave del multilateralismo y la cooperación internacional, por mencionar algunos ejemplos.

“El patrimonio documental es un elemento esencial, a la par que frágil, de la memoria del mundo. La UNESCO le ha dedicado un programa de salvaguardia —como para las bibliotecas de Chinguetti en Mauritania o los archivos de Amadou Hampâté Bâ en Costa de Marfil—, comparte las mejores prácticas y mantiene este registro que traza la trama más amplia de la historia humana”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. 

Como otros de sus listados, el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO promueve la salvaguarda del patrimonio y su accesibilidad, en este caso del patrimonio documental: documentos o colecciones de ellos con valor significativo en cualquier formato físico, audiovisual o digital.

La Serie de Fotografía Aérea de la Fundación ICA es un valioso recurso de la fotografía científica para la investigación multidisciplinaria que abarca de 1932 a 1994, con series complementarias oblicuas, verticales en paralelo al territorio, y reducciones fotomecánicas unidas para la conformación de imágenes de gran extensión.

Ciudad de México, 1956

Las imágenes de la colección registraron alrededor del 70% del territorio mexicano y muestra las transformaciones de las formas y estructuras de la naturaleza ante los procesos de urbanización por los que transitó el país, ofreciendo una narrativa visual especial sobre la humanidad y su impacto sobre un territorio en un periodo específico.

La serie aerofotográfica es también un proyecto integral en sí mismo al brindar un detonante para movilizar a nuestra humanidad compartida ante los riesgos del cambio climático, las implicaciones de la expansión urbana, así como movilizarla por la biodiversidad, la diversidad cultural y de identidades, al igual que por la memoria y el sentido de pertenencia.

A ocho años de la incorporación de “Los archivos de negativos, publicaciones y documentos de Manuel Álvarez Bravo” en octubre 2017, México suma otro elemento de su patrimonio documental al registro internacional de la Memoria del Mundo.

Dos de los registros de México son en colectivo: “La obra de Fray Bernardino de Sahagún” con España e Italia, y “Música americana colonial: una muestra de su riqueza documental” con Bolivia, Colombia y Perú. Además, se considera el “Archivo de Santiago Ramón y Cajal y la Escuela Española de Neurohistología”, una colección científica única resguardada en el Archivo Lorente de Nó de Juriquilla, Querétaro, y presentado por España, también en 2017. Por lo que, son ya 15 los acervos en México en el registro internacional de la Memoria del Mundo.

Un patrimonio cercano en riesgo de pérdida

El patrimonio documental es uno de los legados para la humanidad, para distintas sociedades e incluso familiar. Sin embargo, es poco identificado y reconocido en comparación con otros tipos de patrimonio.

Asimismo, el patrimonio documental es uno de los más amenazados: es vulnerable ante emergencias, como inundaciones e incendios; sus soportes conllevan una sensibilidad particular, entre ellos distintos tipos de piel, de papel, celulosa y, en tiempos más actuales, los formatos digitales. Estos últimos o la digitalización de los primeros se enfrentan además a la obsolescencia e incompatibilidad tecnológicas de los dispositivos para su lectura o resguardo.

La UNESCO en México reitera el llamado por un esfuerzo colectivo para preservar y digitalizar el patrimonio documental de las instituciones de la memoria y de colectivos, para evitar su pérdida y, con ello, una inconmensurable fuente de testimonios y conocimientos, para lo cual es indispensable un mayor apoyo financiero, técnico y táctico.

LUIS ALBERTO RODRIGUEZ LOPEZ

http://www.ordenadorpolitico.com

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