LÍDERES QUE ACUDIRÁN A LA TOMA DE POSESIÓN DE DONALD TRUMP

En la tradición estadounidense, suelen ser los embajadores quienes representan a los demás países en tan importante evento, a diferencia de lo que ocurre en las investiduras de Latinoamericana, donde es clave la presencia de otros jefes de Estado.

La embajadora de España en Estados Unidos, Ángeles Moreno, sí representará al Estado. Pero el Gobierno no tendrá presencia, entre otras cosas, porque Donald Trump no ha cursado invitaciones, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha querido hacer ver que Moncloa ha tomado la iniciativa de no acudir.

“La posición de España con respecto a la extrema derecha es clara, es contraria a los valores europeos y nosotros siempre defenderemos los valores europeos”, ha dicho. Parece haber cambiado de opinión, pues cuando ganó dijo que era “el aliado natural de Europa”. En cualquier caso, la realidad es que nunca fueron invitados.

Ante el espaldarazo del presidente electo, Moncloa se queda fuera de un acto al que sí irá el líder de VOX, Santiago Abascal, por invitación personal de Trump. “Es libre de invitar a quien quiera”, dijo también Albares al ser preguntado por este hecho. La buena relación entre Trump y Abascal es notoria. Les hemos visto juntos en importantes eventos de la derecha mundial. Trump ha estado presente incluso en eventos de VOX como el Viva22, aunque de forma virtual.

A nivel europeo, Ursula von der Leyen tampoco estará, entre otras cosas, por la falta de costumbre que tiene la democracia estadounidense de invitar a líderes políticos extranjeros. Los que van, lo hacen en calidad de “amigos” de Donald Trump. Son, además de Abascal, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; y su homóloga italiana Giorgia Meloni, una de las primeras personas en reunirse personalmente con él tras su victoria electoral y a la que Trump considera una “mujer extraordinaria”.

Serán algunos de los testigos europeos del juramento de Donald Trump a las 12:00 en la escalinata del frente oeste del Capitolio, donde llegará tras reunirse con Joe Biden en la Casa Blanca antes de hacer el traspaso de poderes, como indica la Enmienda XX de la Constitución americana.

El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, es otro de los invitados por la nueva Administración para ser testigo de la jura de Donald Trump.

Es un hecho muy significativo que ilustra el apoyo de Estados Unidos a la transición democrática en Venezuela y su oposición al chavismo, pues González Urrutia, aunque cuenta con el mandato de las urnas, no ha podido tomar el poder en Venezuela por la orden de detención que el Gobierno de Nicolás Maduro emitió contra él y que le impide regresar a su país.

Junto a González Urrutia estará uno de los líderes más controvertidos de la región: Nayib Bukele, al que los republicanos consideran un referente por su “mano dura” contra las maras y su capacidad para convertir a El Salvador en uno de los países más seguros del mundo, pese a que cuando llegó al poder era uno de los que tenía unos mayores índices de criminalidad.

El presidente de la República Argentina, Javier Milei, hombre realmente cercano al presidente Trump, también se desplazará a Washington por invitación de su socio político, con el que comparte ideas y visiones políticas. Les hemos visto juntos en eventos anteriores, donde ninguno de los dos ha ocultado la buena sintonía que hay entre ellos.

Otro de los que fue un aliado internacional de Donald Trump durante su mandato es el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro. Sin embargo, no estará ante la imposibilidad judicial de viajar debido a la investigación por un presunto golpe de Estado que hay en su contra. Bolsonaro ha pedido permiso a la Justicia, pero se le ha negado.

Los líderes latinoamericanos de izquierdas no van a estar presentes. Tiene un especial significado la ausencia de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum. Las buenas relaciones entre el antecesor de Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, y Donald Trump, eran evidentes.

Cabe mencionar la importancia estratégica que cada uno de estos dos países tienen para el otro, en materia de Inmigración, Fronteras, Seguridad, Tráfico de Drogas… Además, ambos forman parte del T-MEC (Tratado de México, Estados Unidos y Canadá).

Pero Sheinbaum no ha querido polemizar y le ha quitado hierro al asunto. Al menos, Trump no se ha propuesto de momento anexionarse México, como sí ha planteado con Canadá, cuyo primer ministro, Justin Trudeau, tampoco estará.