DONALD TRUMP ES UN PELIGRO PARA EEUU: JOE BIDEN
- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, brindó este jueves su tradicional discurso del Estado de la Unión (SOTU, por sus siglas en inglés) ante el Congreso para promover su visión de un segundo período en la Casa Blanca y advertir que Donald Trump es una alternativa peligrosa, en medio de la campaña hacia las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
- A nivel doméstico, Biden repasó su política de inversión en infraestructuras y el derecho al aborto, así como sus esfuerzos por reducir el precio de los medicamentos y de la deuda estudiantil.
- En el plano internacional, habló sobre la ayuda a Ucrania, bloqueada por los republicanos de la Cámara de Representantes, la crisis migratoria en la frontera con México y la guerra en Gaza. Para eso, contó en el público con invitados que reforzaban su mensaje.
El cierre
Luego de referirse a su edad, Biden cierra con su mirada sobre el futuro, marcando un claro contraste con la visión de Donald Trump. El discurso se estiró por alrededor de una hora. Biden estuvo a la altura de las circunstancias, y salió a luchar de entrada en un año electoral que promete un desenlace voto a voto.
La edad como un activo
“Sé que puede que no lo parezca, pero ya llevo un tiempo aquí”, bromea Biden. Cierra con un intento de convertir su vejez en un activo. Y se distingue de Trump. “Honestidad. Decencia. Dignidad. Igualdad”, enumera.
“Ahora otras personas de mi edad ven una historia diferente. Una historia estadounidense de resentimiento, venganza y retribución. Ese no soy yo”, dice sobre Trump, sin mencionarlo. “En mi carrera me han dicho que soy demasiado joven y demasiado viejo. Sea joven o viejo, siempre he sabido lo que perdura”, dice, y cierra su discurso diciendo que ve un futuro en el que él sigue siendo presidente de Estados Unidos.
La guerra en Gaza
Biden dejó para el tramo final de su discurso la crisis en Medio Oriente. “A medida que gestionamos los desafíos internos, también gestionamos las crisis en el extranjero, incluido Oriente Medio. Sé que los últimos cinco meses han sido desgarradores para mucha gente, para el pueblo israelí, el pueblo palestino y para muchos aquí en Estados Unidos”, dice.
Reconoce a las 1200 víctimas israelíes del ataque de Hamas, los rehenes en la Franja de Gaza, y los más de 30.000 muertos por la contraofensiva israelí. Recuerda que su gobierno ha estado trabajando en un alto al fuego de seis semanas. Y anuncia: “Esta noche, estoy ordenando al ejército estadounidense que dirija una misión de emergencia a establecer un muelle temporal en el Mediterráneo, en la costa de Gaza, que pueda recibir grandes barcos que transporten alimentos, agua, medicinas y refugios temporales”.
Además, en comentarios poco habituales, menciona el sufrimiento del pueblo gazatí. “Casas destruidas, barrios en ruinas, ciudades en ruinas. Familias sin comida, agua, medicinas. Es desgarrador”, dice.
Cruces por la inmigración
Legisladores republicanos abuchean a Joe Biden cuando pide apoyo para la ley bipartidista sobre la seguridad en la frontera sur para controlar la crisis migratoria y apunta contra Trump –nuevamente, solo llamándolo “mi predecesor”- por bloquearla a través de sus aliados en el Congreso.
“Me atacan, es genial”, se regodea Biden ante el repudio de los republicanos. “Están diciendo que no”, les dice, sobre un acuerdo sobre la frontera. “Miren los hechos, sé que saben cómo leer”.
Provocado por un grito de la congresista Marjorie Taylor Green, agarra un pin de Laken Riley para hablar sobre la joven de 22 años asesinada cerca de la Universidad de Georgia el mes pasado por un inmigrante ilegal venezolano. El propio Biden se refiere al atacante como “un ilegal”, un término que los demócratas no suelen utilizar.
Sin embargo, Biden insiste en su mensaje en que no va a “demonizar” a los inmigrantes, como hace Trump, que los asocia con el crimen de manera generalizada.
Impuestos para ricos
Biden propone un impuesto mínimo para multimillonarios del 25% para mejorar la equidad del sistema tributario, que favorece de manera abrumadora a los norteamericanos más ricos y a las corporaciones, que, vale decirlo, aportan el grueso de los ingresos del Estado.
“Es hora de aumentar el impuesto mínimo corporativo a al menos el 21% para que todas las grandes corporaciones finalmente comiencen a pagar su parte justa. ¡También quiero poner fin a las exenciones fiscales para las grandes farmacéuticas, las grandes petroleras, los jets privados y los salarios masivos de los ejecutivos! ¡Termínenlo ahora!”, dice Biden. “Hay 1000 multimillonarios en Estados Unidos. ¿Sabe cuál es la tasa impositiva federal promedio para estos multimillonarios? ¡8,2 por ciento! Eso es mucho menos de lo que paga la gran mayoría de los estadounidenses”, agrega.
Los problemas en salud
Biden le dedica un tramo de su discurso a la salud, un flagelo que irrumpe en cada campaña en Estados Unidos, donde las prepagas son muy caras. “Los estadounidenses pagan más por los medicamentos recetados que en cualquier otro lugar. Está mal y voy a ponerle fin. Con una ley que propuse y firmé y ningún republicano votó por ella, ¡finalmente vencimos a las grandes farmacéuticas!”, dice el presidente.
Biden promueve una de sus políticas para atacar uno de los grandes problemas del país: la diabetes. “¡En lugar de pagar 400 dólares al mes por la insulina, las personas mayores con diabetes sólo tienen que pagar 35 dólares al mes! ¡Y ahora quiero limitar el costo de la insulina a 35 dólares al mes para cada estadounidense que la necesite!”, dice.
La hora de “Bidenomics”
Biden se mete de lleno en uno de los temas que definirán la campaña presidencial, la economía. “Heredé una economía que estaba al borde del abismo. ¡Ahora nuestra economía es la envidia del mundo! 15 millones de nuevos puestos de trabajo en sólo tres años: ¡es un récord! Desempleo en mínimos de 50 años. Una cifra récord de 16 millones de estadounidenses está iniciando pequeñas empresas y cada una de ellas es un acto de esperanza. Con un crecimiento histórico del empleo y de las pequeñas empresas para negros, hispanos y asiático-americanos”.
Biden deja una de sus frases de cabecera que más le gusta:”¡Wall Street no construyó este país! ¡La clase media construyó este país! ¡Y los sindicatos construyeron a la clase media!”.
La red social de Trump, con problemas
La red social de Donald Trump, Truth Social, parece estar experimentando interrupciones intermitentes con mensajes de “algo salió mal” después de que Trump dijera a sus seguidores que usaría esa plataforma para refutar en vivo el mensaje de Biden.
Aborto y un mensaje a la Corte
“Mi predecesor llegó al poder decidido para ver Roe v. Wade anulado”, dice al apuntar directamente a Trump por el fin del derecho al aborto legal en Estados Unidos. “De hecho, se jacta de ello. Miren el caos que ha dejado”, agrega, y señala a Kate Cox, una invitada entre el público que debió salir de Texas para practicarse un aborto cuando su vida y la de su bebé corrían peligro. “Muchos de ustedes en esta Cámara y mi predecesor están prometiendo aprobar una prohibición nacional de la libertad reproductiva. Dios mío, ¿qué libertades les quitarán a continuación?”.
“Es evidente que quienes se jactan de revocar el caso Roe v. Wade no tienen ni idea del poder de las mujeres en Estados Unidos”, dice, en un llamado al voto feminino. Y le envía un mensaje a los jueces de la Corte Suprema, presentes en la sala: “Con todo el respeto, magistrados, las mujeres no carecen de poder electoral o político. Están a punto de darse cuenta de cuánto”.
“Si los estadounidenses me envían un Congreso que apoye el derecho a elegir, les prometo que restableceré Roe v. Wade como ley del país nuevamente. Estados Unidos no puede retroceder”.
De Ucrania a EE.UU.
Biden se las ingenia para conectar la guerra en Ucrania con el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021 al fustigar a la turba trumpista que atacó el Congreso en lo que al día de hoy sigue siendo considerado el peor ataque a la democracia norteamericana en tiempos modernos. Y lanza otro dardo a Trump: “Mi predecesor, algunos de ustedes aquí, buscan enterrar la verdad sobre el 6 de enero. No haré eso. Este es un momento para decir la verdad en las mismas vidas. Aquí está la simple verdad. No podés amar a tu país solo cuando ganas”.
La guerra en Ucrania, el primer tema
Biden comienza su discurso de manera atípica con un tema de política exterior: Ucrania. Y lanza su primer ataque a Trump al recordar su frase en campaña cuando dijo, al hablar sobre Putin, “que haga lo que quiera” en referencia a la OTAN. Biden pide al Congreso que enfrente a Putin, al advertir que no se detendrá en Ucrania. “La historia está mirando”, dice. Y afirma: “No nos retiraremos”. La vicepresidenta, Kamala Harris, aplaude de pie. Biden saluda al primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, quien está en el Capitolio el mismo día en que su país se adhirió formalmente a la OTAN.
Biden entra a la Cámara
El presidente entra a la Cámara de Representantes, donde es erecibido por una ovación de parte de su gabinete y aliados.
“¡Cuatro años más!”, grita la bancada demócrata mientras Biden avanza lentamente hacia el atril saludando legisladores, funcionarios y jueces de la Corte Suprema y los militares del Estado Mayor Conjunto. Para Biden, este discurso del “Estado de la Unión” es también un punto de partida de su campaña presidencial, y una oportunidad para cambiar el tono de la discusión y para intentar despejar las dudas sobre su vejez. El presidente se muestra sonriente, y, fiel a su estilo, estira el horario de arranque de su discurso.
Sobreviviente designado
El secretario de Educación, Miguel Cardona, es el sobreviviente designado de esta noche. Es decir, es el funcionario del gabinete de Biden que no asiste al discurso en el Congreso y es resguardado en un lugar no revelado en caso de que una emergencia golpee al presidente y al resto de los funcionarios durante el acto público.
El desafío de Biden
Lanzado en su última carrera por la Casa Blanca y cuando faltan ocho meses para las elecciones generales, Biden se enfrenta a un desafío singular al pararse en el estrado de la Cámara de Representantes del Congreso, delante de los congresistas y senadores, los nueve jueces de la Corte Suprema, el Estado Mayor Conjunto y casi todos los miembros de su gabinete: dar vuelta la opinión de los norteamericanos sobre su presidencia y sobre sí mismo, y convencerlos de mantener el rumbo trazado por su administración.